( Texto de WIKIPEDIA)
El Biutz 1916.
Un mes mas tarde, el 29 de Junio de 1916, a las 3 de la madrugada, el IIº Tabor de Regulares Indígenas de Melilla mandado por el Comte. Jefe Muñoz Gui, partió desde el Llano de Los Castillejos formando parte de la Columna mandada por el Coronel de Cazadores Juan Génova, hacia la posición de Kudia-Federico, en las afueras de Ceuta. Ese día llevaron a cabo el asalto al poblado del Biutz, muy cercano a Ceuta, por orden del Gral. en Jefe de Operaciones en África y Alto Comisario Gral. Francisco Gómez Jordana, que consideró muy importante recuperar ese asentamiento, para asegurar las comunicaciones desde Ceuta.
El poblado del Biutz era un asentamiento grande de la cabila de Anyera y estaba bien defendido por las colinas de La Loma de la Trincheras, la colina roja de Hafa-el-Hamra, la de Seriya y detrás de ellas la de Ain-Yir, que constituía la última defensa antes del poblado. A pesar de estar los kabileños fuertemente atrincherados en lo alto de la cima, se decidió el asalto con 3 Columnas; La Columna del coronel Juan Génova atacaría por el centro para asaltar la Loma de las Trincheras, mientras una segunda Columna, al mando del Gral. Martínez Anido, lo haría por la izquierda, con el objetivo de tomar las colinas de Hafa-el-Hamra y Seriya. La tercera, mandada por el Gral. Sánchez Manjón, atacaría por la derecha la loma de Ain-Yir.
El poblado del Biutz era un asentamiento grande de la cabila de Anyera y estaba bien defendido por las colinas de La Loma de la Trincheras, la colina roja de Hafa-el-Hamra, la de Seriya y detrás de ellas la de Ain-Yir, que constituía la última defensa antes del poblado. A pesar de estar los kabileños fuertemente atrincherados en lo alto de la cima, se decidió el asalto con 3 Columnas; La Columna del coronel Juan Génova atacaría por el centro para asaltar la Loma de las Trincheras, mientras una segunda Columna, al mando del Gral. Martínez Anido, lo haría por la izquierda, con el objetivo de tomar las colinas de Hafa-el-Hamra y Seriya. La tercera, mandada por el Gral. Sánchez Manjón, atacaría por la derecha la loma de Ain-Yir.
El IIº Tabor de Regulares de Melilla al mando del Comandante Enrique Muñoz Gui, se encargó del asalto a la Loma de las Trincheras. El teniente Salafranca iba en la Compañía del capitán Fernando Lías Pequeño, la 1ª Cia la mandaba el capitán Palacios y la 3ª Cia. el capitán Franco.
El asalto a La Loma de las Trincheras fue muy duro, ya que los defensores apuntaban y disparaban a placer a los asaltantes desde su privilegiada posición defensiva en lo alto de la loma. Comenzó el asalto cargando la Caballería de Regulares de Ceuta, que enseguida quedó deshecha bajo el nutrido fuego; Mandó entonces el Comte Jefe Muñoz Gui que atacara en vanguardia la Compañía del capitán Palacios, pero apenas conseguían avanzar por igual motivo. El número de bajas era enorme y también cayó el capitán Palacios herido gravemente cuando estaba al mando. A pesar de todo prosiguió el asalto el resto del Tabor al mando del Comandante Jefe y se consiguió coronar la Loma de las Trincheras, aunque los defensores sólo habían retrocedido un poco mas allá de la cima y les esperaban en una segunda línea defensiva para acribillarles de nuevo. Cayeron masivamente, otra vez, los asaltantes y sus oficiales, empezando por el Jefe del Tabor el comandante Muñoz Gui, muerto de un balazo. Prosiguió el asalto el capitán Franco, uno de los pocos oficiales supervivientes en la cima. Llegó la hora en que ya se encaraba al enemigo y en el tiroteo cercano, previo al cuerpo a cuerpo, Franco cayó herido de un balazo en el vientre y hubo que evacuarle inmediatamente, sin conocimiento y aparentemente moribundo. Mientras, ambas fuerzas chocaban en el cuerpo a cuerpo definitivo. El Teniente Salafranca estaba herido en cuello y pierna y casi sin europeos, pero prosiguió al frente de las fuerzas hasta concluir victoriosamente el asalto. Finalizado el combate, replegó a su tropa y se unió al resto del Tabor, que quedó al mando del Capitán Jefe accidental Fernando Lías Pequeño, tras la muerte del Comandante Jefe Muñoz Gui y con el que se dirigieron a la cercana posición de Kudía-Federico. En Kudía-Federico se mejoraron las primeras curas a los heridos, trasladando después a los mas graves, como Salafranca, al Hospital militar de Ceuta.
El asalto a La Loma de las Trincheras fue muy duro, ya que los defensores apuntaban y disparaban a placer a los asaltantes desde su privilegiada posición defensiva en lo alto de la loma. Comenzó el asalto cargando la Caballería de Regulares de Ceuta, que enseguida quedó deshecha bajo el nutrido fuego; Mandó entonces el Comte Jefe Muñoz Gui que atacara en vanguardia la Compañía del capitán Palacios, pero apenas conseguían avanzar por igual motivo. El número de bajas era enorme y también cayó el capitán Palacios herido gravemente cuando estaba al mando. A pesar de todo prosiguió el asalto el resto del Tabor al mando del Comandante Jefe y se consiguió coronar la Loma de las Trincheras, aunque los defensores sólo habían retrocedido un poco mas allá de la cima y les esperaban en una segunda línea defensiva para acribillarles de nuevo. Cayeron masivamente, otra vez, los asaltantes y sus oficiales, empezando por el Jefe del Tabor el comandante Muñoz Gui, muerto de un balazo. Prosiguió el asalto el capitán Franco, uno de los pocos oficiales supervivientes en la cima. Llegó la hora en que ya se encaraba al enemigo y en el tiroteo cercano, previo al cuerpo a cuerpo, Franco cayó herido de un balazo en el vientre y hubo que evacuarle inmediatamente, sin conocimiento y aparentemente moribundo. Mientras, ambas fuerzas chocaban en el cuerpo a cuerpo definitivo. El Teniente Salafranca estaba herido en cuello y pierna y casi sin europeos, pero prosiguió al frente de las fuerzas hasta concluir victoriosamente el asalto. Finalizado el combate, replegó a su tropa y se unió al resto del Tabor, que quedó al mando del Capitán Jefe accidental Fernando Lías Pequeño, tras la muerte del Comandante Jefe Muñoz Gui y con el que se dirigieron a la cercana posición de Kudía-Federico. En Kudía-Federico se mejoraron las primeras curas a los heridos, trasladando después a los mas graves, como Salafranca, al Hospital militar de Ceuta.
En la Hoja de Servicios de Juan Salafranca Barrio dice de este combate. “-asistiendo ese día a la operación que dio por resultado la toma y recuperación del Biutz (Ceuta) en la que sostuvo duro combate con el enemigo que se hallaba fuertemente atrincherado en las lomas de las Trincheras, resultando dos veces herido una en la pierna y otra en el cuello, continuando al mando de sus fuerzas a pesar de sus heridas, ordenándole el Capitán Jefe accidental del Tabor Fernando Lías Pequeño, saliese a llevar un parte al Jefe de la Columna, Coronel Génova, lo que cumplimentó, siendo muerto el caballo que montaba al regresar de transmitir dicho parte, permaneciendo al frente de sus fuerzas hasta que ordenó el repliegue……”. En el parte de la operación que el Jefe del Tabor entregó al Jefe de la Columna Coronel Génova, figura Salafranca como ‘Muy Distinguido’ por su insuperable valor, dotes de mando y energía desplegada en altísimo grado en dicho combate.
De los 12 oficiales que ingresaron heridos en la enfermería de Cudia-Federico, sólo sobrevivieron 5 y fueron trasladados en cuanto se pudo al Hospital enCeuta. Allí fueron llevados, el Teniente Salafranca, el Capitán Palacios, elCapitán Valentín Muñoz Gui y el Capitán Franco, al que se le pospuso el traslado unos días, debido a que su delicado estado no aconsejaba el viaje hasta Ceuta. También llegó con vida al Hospital de Ceuta el Cabo de la 2ª Cia de Regulares de Melilla nº 1 Mariano Fernández Cendejas, que seguía vivo a pesar de estar acribillado a balazos incluso en las dos manos. Su jefe, el Capitán Valentín Muñoz Gui, también herido y hermano del Comte. Jefe muerto en la Loma de las Trincheras, fue a visitarlo para que firmase la instancia que él había promovido, para que al Cabo de su Cia. Fernández Cendejas, le fuera concedida la condecoración de mayor valor en el ejército: La Cruz Laureada de San Fernando. Cendejas no pudo firmarla por tener las dos manos vendadas y además murió por las múltiples heridas 2 días después, pero le acabaría siendo concedida la Laureada a título póstumo.
El 30 de junio de 1916, al día siguiente del combate, el Ministro de la Guerra transmitió por telegrama al Gral en Jefe Gómez Jordana, las felicitaciones a Salafranca en unión de las demás fuerzas, por parte del Gobierno, el Rey y ambas Cámaras, por la importante operación realizada en El Biutz. El 15 de julio figuró Juan Salafranca en el orden del día como ‘Distinguido’ por su comportamiento en el combate del 29 de junio y por ello anotado en el libro del Cuerpo.
Estuvo hospitalizado en Ceuta hasta el 19 de julio, que continuó su recuperación con licencia para ir a su casa en Madrid.
Coincidiendo con su salida del Hospital Militar de Ceuta, se publicó en la orden general del Ejército de España en África que por disposición del Gral en Jefe, se le instruía al oficial Juan Salafranca Barrio de las fuerzas Regulares Indígenas de Melilla nº 2, proceso por los méritos que contrajo en el combate del día 29 de junio en la ocupación del Biutz y el Hafa el Hamra y por el que fue propuesto para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando.
También fueron propuestos para la Cruz Laureada, por aquella batalla del 29 de Junio, el teniente Diego Pacheco Barona de Caballería de Regulares, que murió en el combate; el Cabo Fernández Cendejas de los Regulares de Melilla nº 1 y el oficial médico Ricardo Bertoloty de los Regulares de Tetuán.
Además, el 2 de Agosto de 1916, fueron propuestos también, el fallecido Comte. Jefe del Tabor Enrique Muñoz Gui, el capitán Francisco Palacios y el capitán Francisco Franco; a propuesta del capitán Jefe accidental del tabor Fernando Lías Pequeño, que también sería recompensado por los méritos de aquel día, con el ascenso a Comandante en enero de 1917. Sin embargo nadie propuso para el ascenso al capitán Franco, probablemente porque ya había sido ascendido a Capitán muy recientemente por méritos en otra acción anterior, por lo que Franco se propuso a sí mismo para el ascenso; aunque sin resultado ya que le fue denegado por la junta militar competente. También fueron propuestos para la Cruz Laureada, por aquella batalla del 29 de Junio, el teniente Diego Pacheco Barona de Caballería de Regulares, que murió en el combate; el Cabo Fernández Cendejas de los Regulares de Melilla nº 1 y el oficial médico Ricardo Bertoloty de los Regulares de Tetuán.
(ver mas sobre la historia des este hombre en WIKIPEDIA)
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