Sólo tenía un testículo. El otro lo perdió en la Guerra
de África. La nieta del célebre urólogo Puigvert afirma que su abuelo se lo
comentó en varias ocasiones. Es una de las revelaciones de un libro sobre la
familia Franco
JOSÉ MARÍA ZAVALA
«Francisco Franco era monórquido».
El comentario me pareció una perogrullada. «Sí, claro -asentí-.
Alfonso XIII aceptó ser su padrino de boda y además le nombró gentilhombre de
cámara... Pero ella enseguida me corrigió, silabeando:
-Te digo que era mo-nór-qui-do.
-¿Y eso qué significa? -pregunté desconcertado.
-Que sólo tenía un testículo.
-¡Uno solo! ¿Estás segura de lo que dices?
-Completamente, me lo dijo mi abuelo varias veces.
La reveladora conversación transcurrió en Barcelona, este enero.
Días antes de viajar hasta allí, telefoneé a Ana Puigvert para quedar con ella.
Le había explicado mi proyecto de biografía de Ramón Franco, en cuya fascinante
vida se había cruzado por azar su abuelo al hacerse cargo de Engracia y
Ángeles, viuda e hija del hermano del dictador.
Ana es la única nieta que ha seguido los pasos del célebre doctor
Puigvert. Tras educarse en Francia, donde completó la enseñanza secundaria con
matrícula de honor, acabó especializándose en andrología en la escuela de
posgraduados de la Fundación Puigvert, para inaugurar años después una
prestigiosa clínica en Barcelona, donde ejerce hoy la profesión con merecido
reconocimiento. Nadie mejor que ella es consciente del listón tan alto que puso
su abuelo, uno de los urólogos más eminentes del mundo. No en vano, a las
expertas manos de don Antonio Puigvert se encomendaron presidentes de gobierno
como Juan Domingo Perón (Argentina), Juscelino Kubitschek (Brasil), Rafael Leónidas
Trujillo (República Dominicana), Enrique Jiménez (Panamá) y Fidel Castro
(Cuba); generales como Agustín Muñoz Grandes; banqueros como Juan March e
Ildefonso Fierro; pintores como Salvador Dalí y José María Sert; y hasta Su
Santidad el Papa Pablo VI.
Puigvert fue quien operó también a Nicolás Franco, hermano mayor
de Francisco, a un hijo de Pilar, y a la viuda e hija de Ramón. El propio
doctor recordaba así al Caudillo, en sus memorias: «Me consideré siempre amigo
suyo. Amigo personal, no en lo político».
En otro pasaje se mostraba enigmático, dando a entender que
conocía numerosas interioridades del Generalísimo: «He tenido muchas
conversaciones con el general Franco. Nos hemos visto en muchos sitios y en muy
diversas coyunturas. He hablado con él de temas que nadie llegaría a
sospechar...».
Recordé entonces la asombrosa revelación de su nieta Ana, de la
cual me había hecho partícipe con toda naturalidad, como si fuese algo
archisabido entre ella y su abuelo.
Ante mi insistencia, Ana Puigvert volvió a confirmarme el
diagnóstico de su abuelo, añadiendo:
-El hecho de ser monórquido no está reñido con la fertilidad. La
única forma de saber si Franco podía tener hijos era mediante un análisis de
semen para comprobar que no tenía espermatozoides; pero dudo que eso se
hiciera.
A continuación, Ana me explicó que la monorquidia podía ser innata
o adquirida [A Napoleón I Bonaparte y a Adolf Hitler también les faltaba un
testículo]. Y entonces, no me cupo duda de que si realmente Franco era
monórquido, su origen se remontaba a la sangrienta guerra de África, donde el
joven capitán cayó gravemente herido en el verano de 1916, durante la conquista
de El Biutz, un pequeño poblado a ocho kilómetros de la capital ceutí que ponía
en peligro las comunicaciones con Tetuán.
Fue la noche del 28 al 29 de junio. Franco, de 23 años, tomó el
mando. Ante la amenaza de una maniobra envolvente, recogió el fusil de un
soldado herido, caló la bayoneta y se lanzó aguerrido al ataque arrastrando al
resto de sus hombres. Fue entonces cuando los disparos le alcanzaron en el bajo
vientre. El joven capitán dobló la rodilla y cayó desplomado. Aquellos fueron
días difíciles, en los que llegó incluso a temer por su vida, pues pidió
confesión al capellán castrense Carlos Quirós Rodríguez. Pero Franco tenía
baraka. «He visto pasar la muerte a mi lado muchas veces, pero, por fortuna, no
me ha reconocido». VER MAS ...
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